- Intervendrán todas las dependencias involucradas, con base en criterios científicos, dice Juan José Guerra.
- Menciona el titular de Semarnat que abordará el tema la semana próxima con personal de Cibiogem
Explicó que la decisión sobre cuestiones tan importantes como el cultivo del maíz transgénico “no es política ni personal, es una decisión técnica”. A unos días de que comenzó sus gestiones al frente de la dependencia, informó que pidió a la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad de los Organismos Genéticamente Modificados (Cibiogem) una reunión la semana próxima para tocar este punto.
Detalló que sobre esto también habló ya con los titulares de las secretarías de Salud y de Agricultura: “Nos vamos a reunir la semana próxima para tocar fundamentalmente el tema del maíz transgénico. Sinceramente no soy experto en la materia: sería irresponsable que me pronunciara por un tema tan profundo como este”.
En entrevista añadió que “quien nos tiene que decir cuáles son las consecuencias de este cultivo son los científicos y en función de los elementos que nos den, los secretarios asumiremos nuestra responsabilidad y haremos una propuesta para tener una política pública en la materia. Hay muchas voces encontradas, mejor que los expertos nos digan”, precisó.
Entre los pendientes de la Semarnat destacó la deforestación, la cual continúa creciendo y hay información de instituciones como la UNAM que habla de la existencia de la pérdida de 500 mil hectáreas al año. Dijo que datos del Inegi reportan que en 30 años se perdieron 190 mil kilómetros cuadrados, lo cual representa casi 10 por ciento del territorio nacional. Aun con el esfuerzo que se ha hecho sigue habiendo deforestación, indicó.
También se refirió a que la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente se debe fortalecer, ya que cuenta con tan sólo 600 inspectores en todo el territorio nacional, y lo mismo consideró de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, ya que México es uno de los países más ricos en biodiversidad del mundo, y alrededor de 50 por ciento de las reservas ecológicas no cuentan con programa de manejo.
En relación con desarrollos turísticos controvertidos, como en su momento lo fue Cabo Cortés, planeado a un lado del parque nacional Cabo Pulmo, dijo que antes de autorizarse se debe consultar a la sociedad, tomar en cuenta toda la información disponible y aplicar la ley.