Fuente: Periódico El Universal. 31 de mayo de 2010.
En noviembre de este año México será sede de la 16 Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático, una reunión mundial que tiene la meta de lograr los compromisos de protección al ambiente que no se consiguieron en la pasada cita de Copenhague. México, como anfitrión, tiene la oportunidad de ser un factor decisivo en estas negociaciones que son clave para la salud futura de nuestro planeta. Desafortunadamente, al no predicar con el ejemplo, el gobierno federal está dejando ir la “etiqueta” de país verde que con discursos ha querido construir.
La incongruencia se demuestra con el freno que la Federación impuso al Programa de Ahorro de Energía Eléctrica cuya meta para 2012 era sustituir los 205 millones de lámparas incandescentes que hay en el país por focos ahorradores. Las secretarías de Hacienda, Energía y Economía detuvieron el dictamen en la Cámara de Diputados. A Hacienda le incomoda el costo de la medida, mientras que a Economía le inquieta violar compromisos comerciales.
Eliminar los focos incandescentes, aunque parece una acción sencilla, equivale a dos décadas de la aplicación del Horario de Verano en términos de ahorro de energía, de acuerdo con Greenpeace México. Por ello 30 países han adoptado ya esta alternativa.
No es la primera vez que el gobierno federal actúa contra su discurso. ProÁrbol, considerado por la administración del presidente Felipe Calderón como “el principal programa de apoyo al sector forestal”, presumió ante la ONU de haber plantado cientos de miles de hectáreas de árboles cuando, en realidad, la mayoría de lo plantado murió.
Ocho meses después de evidenciado el fracaso de ProÁrbol, el huracán Ida desnudó otra negligencia, esta vez en la propia sede de la próxima Cumbre contra el Cambio Climático. La Secretaría de Turismo encargó “inyectar” a Cancún casi 3 millones de metros cúbicos provenientes de otras playas. La tercera parte de esa arena se perdió con la erosión. Ahora el gobierno extrae 6.2 millones de metros cúbicos de Cozumel e Isla Mujeres para rellenar Cancún, lo cual, según los biólogos, acabará con la fauna marina del lugar.
La lista sigue con la adquisición de carbón que planea la Comisión Federal de Electricidad para los próximos años —en lugar de fuentes de energía alternativa— así como con los proyectos que tienen Fonatur y CFE en varias zonas de manglar, pese a que el presidente Calderón firmó una estricta ley de protección a ese ecosistema.
México está muy interesado en la próxima cumbre de cambio climático porque le brinda la oportunidad de ser el eje de un cambio mundial importante. El gobierno federal tendrá que hacer en los seis meses siguientes mucho más por el ambiente si quiere ganar la autoridad moral que sus acciones presentes le han restado.
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