Fuente: CEMDA, 28 de noviembre de 2012.
- No se actualizaron las normas 044 y 042 que establecen límites de contaminantes paraautomóviles y camiones.
- No se cumplió con la norma 086 que obligaba a distribuir diesel limpio en toda la República.
- No se cumplió con la publicación de la norma de eficiencia energética vehicular, cuyo objetivo es elevar los estándares de rendimiento de combustible para los autos.
El presidente Felipe Calderón concluye este sábado su sexenio sin haber cumplido su compromisode actualizar las normas que tienen como objetivo mejorar la calidad del aire en el país, sin haber cumplido con la distribución de diesel de ultra bajo azufre en toda la República y sin haber publicado la Norma de Eficiencia Energética para automóviles ligeros.
En lo que se refiere a las normas 042 y 044 (NOM-042-SEMARNAT-2003 y NOM-044-SEMARNAT-2006) que establecen los máximos permisibles de contaminantes criterio (ozono, partículas suspendidas PM10 y PM2.5, monóxido de carbono, bióxido de azufre, bióxido de nitrógeno y compuestos orgánicos volátiles) para vehículos automóviles y autobuses de carga y pasajeros, respectivamente, éstas debían haberse actualizado en 2011, además de que sus estándares se encuentran muy por debajo de las recomendaciones más estrictas que marca la OrganizaciónMundial de la Salud (OMS).
Por otra parte, desde febrero de 2009 debió haberse cumplido con el calendario del programa decombustibles limpios que obligaba a distribuir diesel de Ultra Bajo Azufre (UBA) en toda la República. Sin embargo, Petróleos Mexicanos (PEMEX), con la complacencia del presidente Calderón, decidió no sólo ignorar este compromiso, sino ampararse en contra de laNOM-086-SEMARNAT-SENER-SCFI-2005, en cuya elaboración participó y, en cambio, optó por elaborar una nueva norma para sustituir a la 086, y con la cual piensa eludir el cumplimiento del calendario, posponiendo la distribución del combustible limpio hasta el 2016.
De igual forma, como parte de las actividades del Programa Especial de Cambio Climático (PECC), el gobierno federal había incluido la publicación de una Norma de Eficiencia Energética Vehicular (proyecto de norma 163), con el objetivo de establecer límites más altos de rendimiento de combustible por kilómetro. De haberse logrado, se habría implementado una de las acciones más costo-efectivas de mitigación de emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI), pues permitiría dejar de emitir 170 millones de toneladas de bióxido de carbono (CO2) a la atmósfera.
En términos de competitividad, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) ha señalado que la norma ayudaría ahorrar costos de salud -derivados de la reducción de contaminantes en el aire-, y a reducir los subsidios a la gasolina, mientras que la industria automotriz, a pesar de tener que pagar un costo de transformación, podría ganar con una mayor demanda potencial ya que -segúnConsumer Report- cerca del 93% de los consumidores americanos prefieren coches eficientes, a lo cual se sumaría un incremento en las exportaciones a otros mercados como China, Europa, Japón,Corea y Estados Unidos donde ya se cuenta con estándares de mayores rendimientos de gasolina por kilómetro.
"A pesar de que al inicio de su gobierno, Felipe Calderón había mostrado un fuerte compromiso con el medio ambiente, el cual buscó incluso trasladar al ámbito internacional, el resultado al final dejó mucho que desear, puesto que no se tradujo en hechos concretos que permitieran mejorar la calidad del aire en las principales ciudades del país", afirmó Gabriela Niño, coordinadora de Política Pública del Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA).
A lo largo de este sexenio, el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA), conjuntamente con otras organizaciones de la sociedad civil que trabajan el tema de la calidad del aire, advirtió que, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año mueren 14 mil 300 personas por causas asociadas con la contaminación del aire. Esta cifra es comparable con las 15 mil 273 muertes que de acuerdo con la Presidencia de la República fueron ocasionadas por la delincuencia organizada en el 2010.
La exposición crónica a la contaminación del aire se asocia con el incremento de problemas cardiovasculares y respiratorios como el asma; con diversos tipos de cáncer, con problemas del sistema nervioso, con nacimientos prematuros, retraso en el crecimiento intrauterino, bajo peso al nacer, síndrome de muerte temprana y mortalidad infantil.
Esta situación se agudiza en las zonas metropolitanas del Valle de México, Monterrey, Guadalajara, Toluca, Puebla, León, Mexicali, Ciudad Juárez y Tijuana, según reportes del Instituto Nacional de Ecología (INE)[1]. Aunque el riesgo no es exclusivo de las grandes urbes, la dinámica citadina que adoptan espacios con más de 200 mil habitantes degrada la calidad del aire. Esto significa que 74 millones de personas, que viven en 72 desarrollos urbanos, podrían estar expuestas de manera crónica a la contaminación del aire y a los riesgos que esto implica.
"El saldo ambiental de Felipe Calderón en materia de calidad del aire es insuficiente y nos queda a deber, pero dentro de la sociedad civil seguiremos insistiendo en estos temas ahora con la nueva administración", finalizó Gabriela Niño.