por Raúl Guzmán Enzástiga
Hoy se publican 2 notas interesantes que abordan dos lados del mismo problema: México sigue destinando subsidios millonarios para los combustibles fósiles (particularmente la gasolina), mientras que los apoyos económicos a las energías renovables son escasos y están mal orientados.
Sobre las gasolinas, el Centro de Investigación para el Desarrollo, A.C. (CIDAC) señala que tan sólo en el 2011, el subsidio a la gasolina costará entre 100 y 130 mil millones de pesos. Esta cifra equivale a cuatro veces el presupuesto de la UNAM, o al presupuesto del Seguro Popular y del Programa Oportunidades juntos. La eliminación de este subsidio, aunque impopular, no es una mala decisión. En este documento se explica por qué: http://www.cidac.org/esp/cont/publicaciones/Subsidiar_130_000_000_000_00_en_gasolina_s_tiene_precio.php
Con respecto a las energías renovables, el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (CEMDA) indica que aunque desde 2008 se aprobó una ley para aprovechar las energías renovables, la falta de una estrategia alineada en materia fiscal, económica y de políticas públicas está limitando el avance de proyectos verdes en México. Ver la nota: http://sintesis.cemda.org.mx/artman2/publish/cemda_en_los_medios/Frenan_en_M_xico_energ_a_renovable.php
Así pues, México no podrá lograr una transición energética real hasta que los subsidios sean reorientados para desincentivar el uso de combustibles fósiles, al mismo tiempo que incentivan las energías renovables y el uso eficiente de los energéticos.
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