Fuente: Periódico Reforma, 26 de abril de 2011.
El agotamiento de los recursos naturales y la degradación del medio ambiente relacionados con procesos productivos representan un costo anual de 941 mil 670 millones de pesos, equivalente al 7.9 por ciento del producto interno bruto, de acuerdo con las más recientes estimaciones del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
La cifra, que calcula los gastos en los que tendría que incurrir la sociedad para atender el daño ecológico, se incrementó 8 por ciento entre 2007 y 2009 y equivale a más de 10 veces el presupuesto del ramo ambiental para este año.
El reporte Cuentas Económicas y Ecológicas de México 2005-2009, difundido el pasado lunes, detalla que la contaminación atmosférica representó los mayores costos ambientales en el último año al ubicarse en 520 mil 300 millones de pesos, seguida por el agotamiento de hidrocarburos, con 178 mil 906 millones, y la degradación del suelo, con 70 mil 904 millones.
"Estos costos se miden mediante balances físicos que permiten conocer la disponibilidad al inicio de un periodo (activos o acervos de apertura), sus cambios durante éste y lo que quedó de los recursos al final del periodo (activos o acervos de cierre)", explica.
Los sectores económicos que mayores costos generaron fueron el de la minería, con 179 mil 770 millones de pesos; el del transporte, con 178 mil 420 millones, y el de la agricultura, ganadería, aprovechamiento forestal, pesca y caza con 172 mil 654 millones.
En materia de agotamiento de recursos, el Inegi indica que que el total de las reservas probadas, probables y posibles de hidrocarburos registraron una disminución promedio de 1.9 por ciento anual durante el periodo 2005-2009.
Mientras tanto, señala, los activos forestales del país registraron una reducción total de 14 millones de metros cúbicos de madera en rollo.
"El costo por agotamiento de los activos forestales es resultado de las actividades silvícolas sin manejo sustentable de los bosques, la tala clandestina, los incendios y el avance de la agricultura y la ganadería", apunta el reporte.
Por otra parte, la sobreexplotación del agua originó un incremento en los costos por agotamiento del recurso natural del orden de 4.2 por ciento anual en promedio.
Descuido
El Inegi destaca que la interacción entre el medio ambiente y la economía se ha convertido en una preocupación cada vez más importante para los gobiernos y las instituciones públicas a nivel mundial.
"(Actualmente) los recursos naturales son vistos como bienes escasos cuyo ritmo actual de aprovechamiento podría afectar su disponibilidad y, por ende, la productividad sostenida de la economía, sin olvidar los graves efectos para la salud y el bienestar humano", señala.
Sin embargo, de acuerdo con las estimaciones del Inegi, los sectores económicos del país invierten en protección ambiental el equivalente a 12 por ciento del costo del daño ecológico ocasionado por su actividad.
En 2009, detalla el reporte, gastaron en ese rubro 116 mil 341 millones de pesos, de los cuales casi una cuarta parte correspondió a inversión de dependencias gubernamentales.
Cuentas grises
Costos estimados de agotamiento de recursos y degradación ambiental por actividades productivas en 2009: (millones de pesos)
AGOTAMIENTO
De hidrocarburos 178,906
De agua subterránea 38,540
De recursos forestales 22,361
DEGRADACIÓN AMBIENTAL
Contaminación atmosférica 520,300
Degradación del suelo 70,904
Contaminación del agua 69,911
Residuos sólidos 40,746
PARTICIPACIÓN POR SECTOR ECONÓMICO
(porcentaje)
Minería 19.1
Transporte 18.9
Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca 18.3
Servicios 12.2
Industria manufacturera 4.2
Otros 27.3
FUENTE: Inegi
Llaman a evaluar impacto de subsidios
Los cálculos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) sobre los costos del agotamiento y la degradación ambiental no toman en cuenta daños como el que se registra a nivel nacional en materia de pérdida de la biodiversidad, advirtió Gabriel Quadri Torres, director de la firma de consultoría Eco Securities México.
"Valuar la naturaleza y al medio ambiente es algo muy controvertido porque no hay mercado ni precio para la naturaleza. ¿Cómo se valúa un quetzal o a uno de los últimos árboles de caoba en la selva de Campeche?", cuestionó en entrevista.
"La metodología (del Inegi) se refiere a la valoración de la depredación de activos de capital natural".
El especialista consideró que el cálculo debe incluir los costos derivados de políticas que alientan actividades depredadoras del capital natural, en particular de los subsidios a la utilización de combustibles fósiles.
"México destina el 9 por ciento del presupuesto a deteriorar el medio ambiente, a promover el derroche energético, la destrucción de la biodiversidad y la emisión de gases de efecto invernadero. Eso es insostenible e injustificable y merece una discusión muy seria", subrayó.
Una metodología exhaustiva para medir el impacto económico del daño al medio ambiente, insistió, debe incluir temas relevantes de la agenda ambiental, como la biodiversidad terrestre y marina, los suelos, los recursos hídricos, la salud pública, los riesgos, la vulnerabilidad, y no sólo la depreciación de activos.
Y la estimación de los costos, concluyó, debe traducirse en políticas que contribuyan a frenar el deterioro ambiental.
26 mayo 2011
19 mayo 2011
Líderes de comunidades locales de México visitan España para pedir que no se destruya con dinero español una zona protegida
Fuente: Greenpeace España
Organizaciones ecologistas mexicanas, representantes de las comunidades locales y Greenpeace llevarán a cabo actividades en Madrid, Alicante y Murcia.
Representantes de organizaciones ecologistas mexicanas visitarán España entre el 16 y el 21 de mayo para denunciar el macroproyecto turístico Cabo Cortés, que la constructora alicantina Hansa Urbana planea construir en Baja California Sur, México. El proyecto tiene un tamaño similar a todo Cancún, y está proyectado en un área limítrofe con el Parque Nacional de Cabo Pulmo, uno de los ecosistemas mejor conservados de todo el Golfo de California.
Cabo Cortés incluye 3.655 habitaciones de hotel, 7.816 unidades residenciales, campos de golf, una marina con 490 posiciones de amarre, y en torno a 5.000 viviendas para los trabajadores. También incluye lagunas y canales, una gran desaladora, un aeropuerto privado y otras infraestructuras de apoyo. En total, el proyecto puede albergar más del doble de habitantes que la población cercana más importante, el municipio de Los Cabos.
La superficie sobre la que se plantea construir Cabo Cortés es prácticamente limítrofe con el extremo norte del Parque Nacional de Cabo Pulmo. Se trata de uno de los ecosistemas mejor conservados del Golfo de California, e incluye el arrecife de coral más grande de la región, y el más antiguo del Pacífico mexicano.
Cabo Cortés tendría un impacto gravísimo sobre la zona, por la presión turística y residencial, la escasez de acuíferos (es un área desértica), la contaminación por los vertidos de la planta desaladora, los movimientos de tierra, la alteración de la franja de dunas costeras… Como denuncian las organizaciones mexicanas, su autorización, además, viola la legislación local y nacional en México.
El modelo de turismo depredador que sólo piensa en el beneficio de corto plazo pero que no tiene en cuenta los impactos medioambientales y sociales es bien conocido en España y ha llevado a una situación límite muchas zonas costeras en nuestro país. Ahora, ante la crisis en España, empresas como Hansa Urbana están embarcadas en una huida hacia adelante que les lleva a exportar el modelo a otros lugares, aún a pesar de los costes sociales, medioambientales y laborales de este modelo, que están más que demostrados. Esta empresa, con sede social en Alicante y participada por la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), es la que acapara más suelo en la vecina Región de Murcia.
Más información: Campaña de Greenpeace España sobre Cabo Cortés http://www.greenpeace.org/espana/es/Trabajamos-en/Multinacionales/Caso-cabo-Cortes/
Ciberactúa para pedir a Hansa Urbana y a la CAM que no sigan adelante con el proyecto en Cablo Pulmo http://www.ciberactuacongreenpeace.es/?cyberid=130
Organizaciones ecologistas mexicanas, representantes de las comunidades locales y Greenpeace llevarán a cabo actividades en Madrid, Alicante y Murcia.
Representantes de organizaciones ecologistas mexicanas visitarán España entre el 16 y el 21 de mayo para denunciar el macroproyecto turístico Cabo Cortés, que la constructora alicantina Hansa Urbana planea construir en Baja California Sur, México. El proyecto tiene un tamaño similar a todo Cancún, y está proyectado en un área limítrofe con el Parque Nacional de Cabo Pulmo, uno de los ecosistemas mejor conservados de todo el Golfo de California.
Cabo Cortés incluye 3.655 habitaciones de hotel, 7.816 unidades residenciales, campos de golf, una marina con 490 posiciones de amarre, y en torno a 5.000 viviendas para los trabajadores. También incluye lagunas y canales, una gran desaladora, un aeropuerto privado y otras infraestructuras de apoyo. En total, el proyecto puede albergar más del doble de habitantes que la población cercana más importante, el municipio de Los Cabos.
La superficie sobre la que se plantea construir Cabo Cortés es prácticamente limítrofe con el extremo norte del Parque Nacional de Cabo Pulmo. Se trata de uno de los ecosistemas mejor conservados del Golfo de California, e incluye el arrecife de coral más grande de la región, y el más antiguo del Pacífico mexicano.
Cabo Cortés tendría un impacto gravísimo sobre la zona, por la presión turística y residencial, la escasez de acuíferos (es un área desértica), la contaminación por los vertidos de la planta desaladora, los movimientos de tierra, la alteración de la franja de dunas costeras… Como denuncian las organizaciones mexicanas, su autorización, además, viola la legislación local y nacional en México.
El modelo de turismo depredador que sólo piensa en el beneficio de corto plazo pero que no tiene en cuenta los impactos medioambientales y sociales es bien conocido en España y ha llevado a una situación límite muchas zonas costeras en nuestro país. Ahora, ante la crisis en España, empresas como Hansa Urbana están embarcadas en una huida hacia adelante que les lleva a exportar el modelo a otros lugares, aún a pesar de los costes sociales, medioambientales y laborales de este modelo, que están más que demostrados. Esta empresa, con sede social en Alicante y participada por la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), es la que acapara más suelo en la vecina Región de Murcia.
Más información: Campaña de Greenpeace España sobre Cabo Cortés http://www.greenpeace.org/espana/es/Trabajamos-en/Multinacionales/Caso-cabo-Cortes/
Ciberactúa para pedir a Hansa Urbana y a la CAM que no sigan adelante con el proyecto en Cablo Pulmo http://www.ciberactuacongreenpeace.es/?cyberid=130
17 mayo 2011
La energía, “motor” de la contaminación en el DF
Fuente: Periódico El Universal, 17 de mayo de 2011.
Eledín Camacho recorre cerca de 25 kilómetros al día en su automóvil. Lo utiliza para llevar y recoger a sus hijas en la escuela, planteles que están en distintas ubicaciones en la delegación Tláhuac, y a veces para otras actividades. Él no lo sabe, pero en ese trayecto su coche genera poco más de 6 kilos de emisiones, de los cuales cerca de 4.5 kilos son contaminantes; el resto es vapor de agua.
El caso de Eledín corresponde sólo a un ejemplo en la ciudad, donde hay 4.4 millones de vehículos que producen 44% de Gases de Efecto Invernadero (GEI), considerados como un factor determinante en el cambio climático.
Para que se generen los contaminantes primero debe haber un consumo de energía, la cual proviene de la quema de combustibles fósiles, como hidrocarburos y gases.
De acuerdo con el diagnóstico de la Coordinación de Uso Eficiente de Energía (CUEE), dependiente del gobierno del Distrito Fedreal, del total del consumo energético en la ciudad, 45.48% corresponde a la quema de hidrocarburos (gasolina, diesel y turbosina), 43.35% a electricidad y 11.17% a gas natural y LP.
“Cada vez que consumimos una unidad de energía, llámese eléctrica, gasolina, quema de leña, etcétera, no tenemos conciencia de que por ese motivo se están emitiendo gases de efecto invernadero”, señala Jaime Arceo, titular de la CUEE.
Esa quema de energía está directamente relacionada con la economía del planeta y el bienestar de los ciudadanos, indica Carlos Gay García, coordinador del Programa de Investigación en Cambio Climático, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien considera que “se deben cambiar las formas de cómo nos relacionamos con el planeta”.
Explica que no necesariamente se debe dejar de producir energía con combustibles fósiles, como petróleo y carbón. Sin embargo, agrega, si se aspira a una mayor sustentabilidad del planeta, es necesario reducir la producción con esos elementos y buscar alternativas de abastecimiento.
“No tiene que ver con reducir las expectativas de bienestar, no se trata de que vivamos peor, de lo que se trata es de que vivamos tan bien como ahora, pero quemando mucho menos petróleo, consumiendo mucho menos recursos naturales”, señala el especialista de la UNAM.
A su vez, Rafael Loyola, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, afirma que la dependencia petrolera de México ha llevado al país a permanecer rezagado en la generación de energía renovable. Por mencionar un ejemplo, estima que en energía eólica el atraso es de al menos 30 años.
El investigador, organizador y encargado de la relatoría del simposio “La transición energética y las energías alternas: oportunidades y responsabilidades”, que se realizó en Querétaro a mediados de mayo, señala que los gobiernos, incluido el del DF, deben mirar hacia las energías renovables, a la diversificación de las fuentes, así como al ahorro y eficiencia energética.
Menciona que mientras a nivel mundial la energía alternativa alcanza hasta el 8% del total de producción en algunos países, mientras que en México no representa ni el 1%.
Gases de Efecto Invernadero
En la ciudad se generan cerca de 52 millones de toneladas de GEI al año, provenientes de diversas fuentes.
De acuerdo con el último Inventario de Emisiones de GEI, de la Dirección de Programas de Calidad de Aire de la Secretaría del Medio Ambiente, elaborado con información de 2008, el sector transporte es el que más contaminación produce, con el 44.2%.
Le sigue el sector industrial con 28.8%, el habitacional con 9.11% y el comercial y de servicios con 2.1%, mientras que otras fuentes (que incluye operación de aeronaves, locomotoras, terminales de autobuses, distribución y almacenamiento de gas LP, incendios forestales y rellenos sanitarios), equivalen al 15.7%.
La generación de energía eléctrica, dentro del sector industrial, aporta el 7% del total de GEI.
Resalta que del 44.2% de las emisiones de GEI que produce el sector transporte, los vehículos particulares contribuyen con un 23%.
Producción de a kilo
El padrón vehicular en el DF consta de 4 millones 427 mil vehículos, según el Programa Integral de Transporte y Vialidad 2007-2012, de los cuales 3 millones 395 son particulares, el resto son autobuses, microbuses, taxis y motocicletas, entre otros.
Esos automotores consumen en promedio cuatro mil millones de litros de combustibles, principalmente gasolina, seguido de diesel, y son los principales generadores de contaminación.
A nivel particular, Jaime Arceo Castro, del CUEE, estima que un automotor que recorre diez kilómetros, trayecto en el que gasta un litro de gasolina, estaría generando 2.5 kilos de emisiones, de las cuales 700 gramos serían de vapor de agua.
Al respecto, Jorge Sarmiento Rentería, director de Programas de Calidad del Aire e Inventario de Emisiones, de la Secretaría del Medio Ambiente, confirma que esa cantidad de emisión estaría generando un auto.
La cifra puede tener ligeras variaciones al considerar el modelo del vehículo y altura sobre el nivel del mar, dice.
Armando Retama, director del Sistema Atmosférico de la Secretaría del Medio Ambiente, explica por qué los GEI se pueden medir en kilos.
Detalla que al quemarse el combustible, en este caso la gosolina, pasa del estado líquido a gaseoso y los gases están compuestos de moléculas que se mueven libremente.
“Cuando el escape emite gases, emite moléculas que tiene una masa. Para pesarlos se aislan y se miden, con diferentes técnicas, por ejemplo se llenan en cilindros” y eso es lo que determina la cantidad en gramos.
Agrega que de la combustión de la gasolina se puede producir vapor de agua, bióxido de carbono (CO2), monóxido de carbono, óxido de nitrógeno y muchos tipos de hidrocarburos, que integran los GEI.
Señala que la atmósfera tiene CO2, el cual no causa daño en la superficie, pero en altas concentraciones los GEI se diluyen en la atmósfera y atrapan la energía del sol, lo cual “produce ese efecto que les ha dado por llamar cambio climático o calentamiento global”.
Destaca que cada contaminante puede tener determinado impacto en la salud de la población, pero todo depende de la forma cómo se diluyan en el ambiente esos químicos.
”Si usamos el auto en la carretera, el humo se va diluyendo y no tiene impacto, pero en la ciudad, en un embotellamiento, lo que estamos generando se incorpora a los otros y los niveles de contaminantes se convierten en un riesgo”, precisa.
Eledín Camacho recorre cerca de 25 kilómetros al día en su automóvil. Lo utiliza para llevar y recoger a sus hijas en la escuela, planteles que están en distintas ubicaciones en la delegación Tláhuac, y a veces para otras actividades. Él no lo sabe, pero en ese trayecto su coche genera poco más de 6 kilos de emisiones, de los cuales cerca de 4.5 kilos son contaminantes; el resto es vapor de agua.
El caso de Eledín corresponde sólo a un ejemplo en la ciudad, donde hay 4.4 millones de vehículos que producen 44% de Gases de Efecto Invernadero (GEI), considerados como un factor determinante en el cambio climático.
Para que se generen los contaminantes primero debe haber un consumo de energía, la cual proviene de la quema de combustibles fósiles, como hidrocarburos y gases.
De acuerdo con el diagnóstico de la Coordinación de Uso Eficiente de Energía (CUEE), dependiente del gobierno del Distrito Fedreal, del total del consumo energético en la ciudad, 45.48% corresponde a la quema de hidrocarburos (gasolina, diesel y turbosina), 43.35% a electricidad y 11.17% a gas natural y LP.
“Cada vez que consumimos una unidad de energía, llámese eléctrica, gasolina, quema de leña, etcétera, no tenemos conciencia de que por ese motivo se están emitiendo gases de efecto invernadero”, señala Jaime Arceo, titular de la CUEE.
Esa quema de energía está directamente relacionada con la economía del planeta y el bienestar de los ciudadanos, indica Carlos Gay García, coordinador del Programa de Investigación en Cambio Climático, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien considera que “se deben cambiar las formas de cómo nos relacionamos con el planeta”.
Explica que no necesariamente se debe dejar de producir energía con combustibles fósiles, como petróleo y carbón. Sin embargo, agrega, si se aspira a una mayor sustentabilidad del planeta, es necesario reducir la producción con esos elementos y buscar alternativas de abastecimiento.
“No tiene que ver con reducir las expectativas de bienestar, no se trata de que vivamos peor, de lo que se trata es de que vivamos tan bien como ahora, pero quemando mucho menos petróleo, consumiendo mucho menos recursos naturales”, señala el especialista de la UNAM.
A su vez, Rafael Loyola, del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, afirma que la dependencia petrolera de México ha llevado al país a permanecer rezagado en la generación de energía renovable. Por mencionar un ejemplo, estima que en energía eólica el atraso es de al menos 30 años.
El investigador, organizador y encargado de la relatoría del simposio “La transición energética y las energías alternas: oportunidades y responsabilidades”, que se realizó en Querétaro a mediados de mayo, señala que los gobiernos, incluido el del DF, deben mirar hacia las energías renovables, a la diversificación de las fuentes, así como al ahorro y eficiencia energética.
Menciona que mientras a nivel mundial la energía alternativa alcanza hasta el 8% del total de producción en algunos países, mientras que en México no representa ni el 1%.
Gases de Efecto Invernadero
En la ciudad se generan cerca de 52 millones de toneladas de GEI al año, provenientes de diversas fuentes.
De acuerdo con el último Inventario de Emisiones de GEI, de la Dirección de Programas de Calidad de Aire de la Secretaría del Medio Ambiente, elaborado con información de 2008, el sector transporte es el que más contaminación produce, con el 44.2%.
Le sigue el sector industrial con 28.8%, el habitacional con 9.11% y el comercial y de servicios con 2.1%, mientras que otras fuentes (que incluye operación de aeronaves, locomotoras, terminales de autobuses, distribución y almacenamiento de gas LP, incendios forestales y rellenos sanitarios), equivalen al 15.7%.
La generación de energía eléctrica, dentro del sector industrial, aporta el 7% del total de GEI.
Resalta que del 44.2% de las emisiones de GEI que produce el sector transporte, los vehículos particulares contribuyen con un 23%.
Producción de a kilo
El padrón vehicular en el DF consta de 4 millones 427 mil vehículos, según el Programa Integral de Transporte y Vialidad 2007-2012, de los cuales 3 millones 395 son particulares, el resto son autobuses, microbuses, taxis y motocicletas, entre otros.
Esos automotores consumen en promedio cuatro mil millones de litros de combustibles, principalmente gasolina, seguido de diesel, y son los principales generadores de contaminación.
A nivel particular, Jaime Arceo Castro, del CUEE, estima que un automotor que recorre diez kilómetros, trayecto en el que gasta un litro de gasolina, estaría generando 2.5 kilos de emisiones, de las cuales 700 gramos serían de vapor de agua.
Al respecto, Jorge Sarmiento Rentería, director de Programas de Calidad del Aire e Inventario de Emisiones, de la Secretaría del Medio Ambiente, confirma que esa cantidad de emisión estaría generando un auto.
La cifra puede tener ligeras variaciones al considerar el modelo del vehículo y altura sobre el nivel del mar, dice.
Armando Retama, director del Sistema Atmosférico de la Secretaría del Medio Ambiente, explica por qué los GEI se pueden medir en kilos.
Detalla que al quemarse el combustible, en este caso la gosolina, pasa del estado líquido a gaseoso y los gases están compuestos de moléculas que se mueven libremente.
“Cuando el escape emite gases, emite moléculas que tiene una masa. Para pesarlos se aislan y se miden, con diferentes técnicas, por ejemplo se llenan en cilindros” y eso es lo que determina la cantidad en gramos.
Agrega que de la combustión de la gasolina se puede producir vapor de agua, bióxido de carbono (CO2), monóxido de carbono, óxido de nitrógeno y muchos tipos de hidrocarburos, que integran los GEI.
Señala que la atmósfera tiene CO2, el cual no causa daño en la superficie, pero en altas concentraciones los GEI se diluyen en la atmósfera y atrapan la energía del sol, lo cual “produce ese efecto que les ha dado por llamar cambio climático o calentamiento global”.
Destaca que cada contaminante puede tener determinado impacto en la salud de la población, pero todo depende de la forma cómo se diluyan en el ambiente esos químicos.
”Si usamos el auto en la carretera, el humo se va diluyendo y no tiene impacto, pero en la ciudad, en un embotellamiento, lo que estamos generando se incorpora a los otros y los niveles de contaminantes se convierten en un riesgo”, precisa.
12 mayo 2011
Generación eólica será clave para México
Fuente: Periódico El Universal, 12 de mayo de 2011.
Nuevos vientos mueven el potencial de desarrollo de cuando menos 16 proyectos para generación de energía eólica en el país. Sin embargo, limitaciones jurídicas y escaso interés de gobernadores y legisladores en adecuar reglamentos y leyes locales para promover inversiones podrían truncar avances.
Dos son las zonas donde se llevarían a cabo la mayor parte de los proyectos en fase de desarrollo: Oaxaca con nueve y Baja California con cinco. Jalisco hace un modesto aporte con dos granjas eólicas de baja escala.
Todos estos proyectos de energía juntos, de materializarse antes de 2015 según los planes, significarían aumentar más de 10 veces la capacidad actual de generación e inversiones de por lo menos 10 mil millones de dólares.
Hay otras zonas de la República mexicana que también inician el desarrollo de estos proyectos, pero que no cuentan con vientos favorables tanto literal como técnica y jurídicamente.
“No puede dejar de abordarse el tema de la capacidad de evacuación que la red nacional debe tener para soportar la expansión de la industria eólica”, opinó Miguel Ángel Alonso Rubio, miembro de ACCIONA Energía México.
Este ejecutivo, en coincidencia con otros tantos que participan en el WIND Power 2011 en el DF, refiere un punto nodal: lograr la conexión de estas granjas al sistema eléctrico nacional para la distribución del fluido.
Oaxaca, la señora de los vientos
En esta entidad se vive un pequeño boom de proyectos debido a la conclusión, en octubre de 2011, de la construcción de una línea de transmisión que va del Istmo de Tehuantepec hacia un punto de conexión entre la frontera de Oaxaca y Veracruz.
“Es esto lo que permitió que varios proyectos tuvieran avance hacia su construcción y que otros tantos se planteen una fase de desarrollo más firme”, comentó Leopoldo Rodríguez Olivé, presidente de la Asociación Mexicana de Energía Eólica (AMDEE).
La Línea de Transmisión Temporada Abierta permitirá “sacar” de la región los electrones derivados de los 2 mil 500 megavatios (MW) de la nueva capacidad instalada que habrá en la región en 2014 y subirlos a la red eléctrica de todo el país.
Hoy día en la región de La Ventosa operan siete plantas eólicas con una capacidad instalada de 508 MW. La primera de ellas entró en operación en 1994 y una segunda en 2006, ambas promovidas por la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
“El crecimiento de la generación de electricidad con esta tecnología se logró en México incluso pese a mí”, reconoció en un discurso de despedida Alfredo Elías Ayub, quien dirigió a la paraestatal entre 1998 y 2011.
Hoy la AMDEE tiene registro en esa entidad de cuatro proyectos en plena construcción, de las que tres son inversiones impulsadas por Productores Independientes de Energía (PIE).
La otra es una inversión de la empresa minera Peñoles con un esquema de autoabastecimiento eléctrico.
Nueve proyectos más están en desarrollos en Oaxaca y deberán ver las aspas de los aerogeneradores girar a plenitud para finales de 2014.
Baja California quiere un lugar
Los inversionistas ya miran hacia otros horizontes más allá de la zona del Istmo: hacia un mercado ávido de energías limpias. Los mejores compradores están al otro lado de la frontera con Baja California, entidad que prepara el camino para construir cinco granjas eólicas bajo un esquema netamente de exportación de electrones.
“Aunque actualmente Oaxaca es el principal centro de desarrollo de proyectos de energía eólica del país, en el futuro cercano otras regiones, particularmente aquellas cercanas a los centros logísticos y, potencialmente sobre la frontera, se posicionarán como importantes generadores de esta energía”, opinó Marc Ricks, vicepresidente de Goldman Sachs.
Baja California es el destino de las más recientes inversiones anunciadas para la construcción de parques eólicos. Sus pretensiones de generación requerirán resolver diversos temas técnicos para la transmisión de los electrones, además de lograr inversiones de cuando menos 6 mil mdd.
El interés en la faja fronteriza entre EU y México se explica fácil al revisar algunos indicadores: representa la tercera región económica y dinámica del mundo y 100 millones de personas residentes en forma permanente en los 10 estados fronterizos. Casi 2 mil millas con un cruce anual aproximado de 250 millones de personas.
En el caso particular de Baja California, comparte frontera con una de las economías más importantes del mundo, la de California. Esta es la entidad de Estados Unidos que tiene las normas más estrictas del orbe en cuanto a cuidado del medio ambiente.
¿Hay futuro para el viento?
Para que la generación eólica se confirme como una opción para el futuro energético de México y no depender sólo del petróleo, pasa por la aduana de la negociación entre los tres niveles de gobierno, la principal generadora y distribuidora de electricidad del país, la CFE, las comunidades, los inversionistas y hasta Pemex.
“Es importante entender y comunicar los beneficios de los proyectos eólicos. Estos no sólo son rentables, sino que pueden ofrecer importantes ahorros en el consumo energético”, afirmó Alonso Rubio, de ACCIONA.
Para Frank Thiel, vicepresidente y gerente general de Intergen México, los gobiernos federal y estatales deben disminuir los obstáculos sí es que quieren asegurar la inversión para generar energía renovable en el país.
“El plan de energía que se dio a conocer hace poco es un muy buen comienzo para proveer apoyos financieros para que la energía renovable se vuelva una realidad en México”, dijo.
Nuevos vientos mueven el potencial de desarrollo de cuando menos 16 proyectos para generación de energía eólica en el país. Sin embargo, limitaciones jurídicas y escaso interés de gobernadores y legisladores en adecuar reglamentos y leyes locales para promover inversiones podrían truncar avances.
Dos son las zonas donde se llevarían a cabo la mayor parte de los proyectos en fase de desarrollo: Oaxaca con nueve y Baja California con cinco. Jalisco hace un modesto aporte con dos granjas eólicas de baja escala.
Todos estos proyectos de energía juntos, de materializarse antes de 2015 según los planes, significarían aumentar más de 10 veces la capacidad actual de generación e inversiones de por lo menos 10 mil millones de dólares.
Hay otras zonas de la República mexicana que también inician el desarrollo de estos proyectos, pero que no cuentan con vientos favorables tanto literal como técnica y jurídicamente.
“No puede dejar de abordarse el tema de la capacidad de evacuación que la red nacional debe tener para soportar la expansión de la industria eólica”, opinó Miguel Ángel Alonso Rubio, miembro de ACCIONA Energía México.
Este ejecutivo, en coincidencia con otros tantos que participan en el WIND Power 2011 en el DF, refiere un punto nodal: lograr la conexión de estas granjas al sistema eléctrico nacional para la distribución del fluido.
Oaxaca, la señora de los vientos
En esta entidad se vive un pequeño boom de proyectos debido a la conclusión, en octubre de 2011, de la construcción de una línea de transmisión que va del Istmo de Tehuantepec hacia un punto de conexión entre la frontera de Oaxaca y Veracruz.
“Es esto lo que permitió que varios proyectos tuvieran avance hacia su construcción y que otros tantos se planteen una fase de desarrollo más firme”, comentó Leopoldo Rodríguez Olivé, presidente de la Asociación Mexicana de Energía Eólica (AMDEE).
La Línea de Transmisión Temporada Abierta permitirá “sacar” de la región los electrones derivados de los 2 mil 500 megavatios (MW) de la nueva capacidad instalada que habrá en la región en 2014 y subirlos a la red eléctrica de todo el país.
Hoy día en la región de La Ventosa operan siete plantas eólicas con una capacidad instalada de 508 MW. La primera de ellas entró en operación en 1994 y una segunda en 2006, ambas promovidas por la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
“El crecimiento de la generación de electricidad con esta tecnología se logró en México incluso pese a mí”, reconoció en un discurso de despedida Alfredo Elías Ayub, quien dirigió a la paraestatal entre 1998 y 2011.
Hoy la AMDEE tiene registro en esa entidad de cuatro proyectos en plena construcción, de las que tres son inversiones impulsadas por Productores Independientes de Energía (PIE).
La otra es una inversión de la empresa minera Peñoles con un esquema de autoabastecimiento eléctrico.
Nueve proyectos más están en desarrollos en Oaxaca y deberán ver las aspas de los aerogeneradores girar a plenitud para finales de 2014.
Baja California quiere un lugar
Los inversionistas ya miran hacia otros horizontes más allá de la zona del Istmo: hacia un mercado ávido de energías limpias. Los mejores compradores están al otro lado de la frontera con Baja California, entidad que prepara el camino para construir cinco granjas eólicas bajo un esquema netamente de exportación de electrones.
“Aunque actualmente Oaxaca es el principal centro de desarrollo de proyectos de energía eólica del país, en el futuro cercano otras regiones, particularmente aquellas cercanas a los centros logísticos y, potencialmente sobre la frontera, se posicionarán como importantes generadores de esta energía”, opinó Marc Ricks, vicepresidente de Goldman Sachs.
Baja California es el destino de las más recientes inversiones anunciadas para la construcción de parques eólicos. Sus pretensiones de generación requerirán resolver diversos temas técnicos para la transmisión de los electrones, además de lograr inversiones de cuando menos 6 mil mdd.
El interés en la faja fronteriza entre EU y México se explica fácil al revisar algunos indicadores: representa la tercera región económica y dinámica del mundo y 100 millones de personas residentes en forma permanente en los 10 estados fronterizos. Casi 2 mil millas con un cruce anual aproximado de 250 millones de personas.
En el caso particular de Baja California, comparte frontera con una de las economías más importantes del mundo, la de California. Esta es la entidad de Estados Unidos que tiene las normas más estrictas del orbe en cuanto a cuidado del medio ambiente.
¿Hay futuro para el viento?
Para que la generación eólica se confirme como una opción para el futuro energético de México y no depender sólo del petróleo, pasa por la aduana de la negociación entre los tres niveles de gobierno, la principal generadora y distribuidora de electricidad del país, la CFE, las comunidades, los inversionistas y hasta Pemex.
“Es importante entender y comunicar los beneficios de los proyectos eólicos. Estos no sólo son rentables, sino que pueden ofrecer importantes ahorros en el consumo energético”, afirmó Alonso Rubio, de ACCIONA.
Para Frank Thiel, vicepresidente y gerente general de Intergen México, los gobiernos federal y estatales deben disminuir los obstáculos sí es que quieren asegurar la inversión para generar energía renovable en el país.
“El plan de energía que se dio a conocer hace poco es un muy buen comienzo para proveer apoyos financieros para que la energía renovable se vuelva una realidad en México”, dijo.
11 mayo 2011
Los segundos pisos y la supervía son una falsa solución: El Poder del Consumidor
Fuente: Periódico La Jornada, 11 de mayo de 2011
La construcción de los segundos pisos y la supervía “son un engaño, una falsa solución” para mejorar la movilidad de la capital, pues a corto plazo se agravarán las congestiones, aumentarán los tiempos de traslado y se deteriorará la calidad de vida de los usuarios del transporte público, quienes reprobaron éste, pues destinan más de dos horas al día para trasladarse con un gasto semanal de más de 150 pesos, informó Gerardo Moncada, coordinador de transporte eficiente de la organización El Poder del Consumidor.
En la presentación de los resultados del sondeo de opinión sobre la calidad de transporte público en la ciudad de México, Moncada señaló que 67 por ciento de los 2 mil 500 consultados consideraron que es incómodo e inseguro, pero es un “mal necesario”.
El 38 por ciento consideró a los microbuses como el peor servicio, seguido de las combis, los camiones de la Red de Transportes de Pasajeros (RTP), el Tren Suburbano y el trolebús. Mientras, cinco de cada 10 personas afirmaron que el Metro es el mejor modo de transporte, y en segundo lugar ubicaron al Metrobús.
Sin embargo, comentaron que el servicio es caro, lo cual en ciudades con bajas tarifas, como el Distrito Federal, sólo se explica por la necesidad de tomar varios transportes y de que el servicio es de baja calidad.
Por otra parte, ante el señalamiento que se hizo a la delegación Álvaro Obregón por dar su visto bueno al proyecto de la supervía poniente sin argumentos y documentos que sustentaran la decisión, ayer el jefe delegacional, Eduardo Santillán, recurrió al Programa Delegacional de Desarrollo Urbano que se aprobó el pasado 24 de marzo y se públicó ayer en la Gaceta Oficial para evadir la omisión y destacar la importancia de dicha vialidad.
En la recomendación 1/2011 que emitió la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal se hace mención que el gobierno de Santillán no sustentó el visto bueno que otorgó a la autopista urbana de cuota porque utilizó documentos posteriores a su fallo.
Además, en la publicación del PDDU no se menciona que su gobierno hizo una consulta, pues la vía de cuota aún carece de la aprobación ciudadana que por ley los gobiernos están obligados a realizar.
Los señalamientos que refiere el funcionario para asegurar la viabilidad del proyecto son las necesidades de conexiones viales que se muestran en dicho programa, pero en ningún punto se menciona la falta que se cometió al dar el aval al proyecto de la supervía.
La construcción de los segundos pisos y la supervía “son un engaño, una falsa solución” para mejorar la movilidad de la capital, pues a corto plazo se agravarán las congestiones, aumentarán los tiempos de traslado y se deteriorará la calidad de vida de los usuarios del transporte público, quienes reprobaron éste, pues destinan más de dos horas al día para trasladarse con un gasto semanal de más de 150 pesos, informó Gerardo Moncada, coordinador de transporte eficiente de la organización El Poder del Consumidor.
En la presentación de los resultados del sondeo de opinión sobre la calidad de transporte público en la ciudad de México, Moncada señaló que 67 por ciento de los 2 mil 500 consultados consideraron que es incómodo e inseguro, pero es un “mal necesario”.
El 38 por ciento consideró a los microbuses como el peor servicio, seguido de las combis, los camiones de la Red de Transportes de Pasajeros (RTP), el Tren Suburbano y el trolebús. Mientras, cinco de cada 10 personas afirmaron que el Metro es el mejor modo de transporte, y en segundo lugar ubicaron al Metrobús.
Sin embargo, comentaron que el servicio es caro, lo cual en ciudades con bajas tarifas, como el Distrito Federal, sólo se explica por la necesidad de tomar varios transportes y de que el servicio es de baja calidad.
Por otra parte, ante el señalamiento que se hizo a la delegación Álvaro Obregón por dar su visto bueno al proyecto de la supervía poniente sin argumentos y documentos que sustentaran la decisión, ayer el jefe delegacional, Eduardo Santillán, recurrió al Programa Delegacional de Desarrollo Urbano que se aprobó el pasado 24 de marzo y se públicó ayer en la Gaceta Oficial para evadir la omisión y destacar la importancia de dicha vialidad.
En la recomendación 1/2011 que emitió la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal se hace mención que el gobierno de Santillán no sustentó el visto bueno que otorgó a la autopista urbana de cuota porque utilizó documentos posteriores a su fallo.
Además, en la publicación del PDDU no se menciona que su gobierno hizo una consulta, pues la vía de cuota aún carece de la aprobación ciudadana que por ley los gobiernos están obligados a realizar.
Los señalamientos que refiere el funcionario para asegurar la viabilidad del proyecto son las necesidades de conexiones viales que se muestran en dicho programa, pero en ningún punto se menciona la falta que se cometió al dar el aval al proyecto de la supervía.
05 mayo 2011
Latin American Green City Index, un ranking verde sobre las ciudades de Latinoamérica
Fuente: Ecoportal
http://www.ecoportal.net/Eco-Noticias/Latin_American_Green_City_Index_un_ranking_verde_sobre_las_ciudades_de_Latinoamerica
La revista internacional “The Economist” realizó un ranking para establecer cuáles son las ciudades más sustentables de América Latina. Bajo el nombre de “Latin American Green City Index”, la propuesta de la revista internacional “The Economist” obtuvo los resultados a partir de 17 localidades participantes. Las mismas fueron categorizadas de acuerdo a cinco niveles, los que fueron desde “muy por debajo del promedio” hasta “muy arriba del promedio”.
Para realizar el estudio, se tuvieron en cuenta factores como energía y CO2, transporte, agua, calidad del aire, utilización de espacios y edificaciones, desechos, saneamiento y gerencia ambiental, siendo puntuada cada ciudad del 0 al 10 para designar a la peor y la mejor respectivamente. ¿Querés conocer las ciudades más verdes de Latinoamérica? En este post te las presentamos.
Para alegría de los brasileros, muchas de sus ciudades se vieron bien posicionadas: tal fue el caso de Curitiba, localidad que encabezó la lista al ser categorizada como “muy arriba del promedio”, a la que le siguieron Belo Horizonte, Brasilia, Río de Janeiro y Sao Paulo las que fueron designadas como “arriba del promedio”. En esta última categoría también tuvo lugar Bogotá.
Por su parte, las estipuladas como “promedio” fueron Medellín, Ciudad de México, Monterrey, Porto Alegre, Puebla, Quito y Santiago; para estar “por debajo del promedio” Buenos Aires y Montevideo y “muy por debajo del promedio” Lima y Guadalajara.
Mientras que Curitiba recibió elogios por desarrollar acciones sustentables -sobre todo en relación al transporte-, en el polo opuesto Lima fue considerada como insostenible por no contar con una planificación acorde a las necesidades actuales: pocas áreas verdes, inadecuada eliminación de desechos, falta de un uso eficiente del agua potable y una mala calidad del aire son las principales problemáticas con las que se enfrenta la capital de Perú.
El estudio que se presentó a fines de noviembre en México fue también realizado en el 2009 pero las protagonistas fueron las 30 mayores ciudades de Europa. En esa oportunidad se emplearon 14 indicadores cualitativos y 16 cuantitativos, entre los que se incluyeron la gestión ambiental, el consumo de agua, el manejo de desechos y la emisión de gases de efecto invernadero. Las ganadoras fueron las ciudades de los países escandinavos, quienes además de conciencia verde gozan de una buena posición económica. Copenhague, Estocolmo, Oslo, Paris, Londres, y Madrid encabezaron la lista.
Sería un gran logro que para el próximo estudio más ciudades puedan ser categorizadas como “muy por arriba del promedio”. Trabajar en materia medio ambiental todavía es una gran deuda pendiente en muchas partes de la región. Es hora de poner en agenda estas problemáticas para poder así resolver temas urgentes que afectan a las ciudades y al planeta en su conjunto.
http://www.ecoportal.net/Eco-Noticias/Latin_American_Green_City_Index_un_ranking_verde_sobre_las_ciudades_de_Latinoamerica
La revista internacional “The Economist” realizó un ranking para establecer cuáles son las ciudades más sustentables de América Latina. Bajo el nombre de “Latin American Green City Index”, la propuesta de la revista internacional “The Economist” obtuvo los resultados a partir de 17 localidades participantes. Las mismas fueron categorizadas de acuerdo a cinco niveles, los que fueron desde “muy por debajo del promedio” hasta “muy arriba del promedio”.
Para realizar el estudio, se tuvieron en cuenta factores como energía y CO2, transporte, agua, calidad del aire, utilización de espacios y edificaciones, desechos, saneamiento y gerencia ambiental, siendo puntuada cada ciudad del 0 al 10 para designar a la peor y la mejor respectivamente. ¿Querés conocer las ciudades más verdes de Latinoamérica? En este post te las presentamos.
Para alegría de los brasileros, muchas de sus ciudades se vieron bien posicionadas: tal fue el caso de Curitiba, localidad que encabezó la lista al ser categorizada como “muy arriba del promedio”, a la que le siguieron Belo Horizonte, Brasilia, Río de Janeiro y Sao Paulo las que fueron designadas como “arriba del promedio”. En esta última categoría también tuvo lugar Bogotá.
Por su parte, las estipuladas como “promedio” fueron Medellín, Ciudad de México, Monterrey, Porto Alegre, Puebla, Quito y Santiago; para estar “por debajo del promedio” Buenos Aires y Montevideo y “muy por debajo del promedio” Lima y Guadalajara.
Mientras que Curitiba recibió elogios por desarrollar acciones sustentables -sobre todo en relación al transporte-, en el polo opuesto Lima fue considerada como insostenible por no contar con una planificación acorde a las necesidades actuales: pocas áreas verdes, inadecuada eliminación de desechos, falta de un uso eficiente del agua potable y una mala calidad del aire son las principales problemáticas con las que se enfrenta la capital de Perú.
El estudio que se presentó a fines de noviembre en México fue también realizado en el 2009 pero las protagonistas fueron las 30 mayores ciudades de Europa. En esa oportunidad se emplearon 14 indicadores cualitativos y 16 cuantitativos, entre los que se incluyeron la gestión ambiental, el consumo de agua, el manejo de desechos y la emisión de gases de efecto invernadero. Las ganadoras fueron las ciudades de los países escandinavos, quienes además de conciencia verde gozan de una buena posición económica. Copenhague, Estocolmo, Oslo, Paris, Londres, y Madrid encabezaron la lista.
Sería un gran logro que para el próximo estudio más ciudades puedan ser categorizadas como “muy por arriba del promedio”. Trabajar en materia medio ambiental todavía es una gran deuda pendiente en muchas partes de la región. Es hora de poner en agenda estas problemáticas para poder así resolver temas urgentes que afectan a las ciudades y al planeta en su conjunto.
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